El administrador o consejero de una sociedad mercantil puede tener diferentes encuadres dentro de la Ley de la Seguridad Social: en el Régimen General como trabajador por cuenta ajena o como asimilado a trabajadores por cuenta ajena, o en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos. Antes de avanzar, debe tenerse en cuenta que el cargo de administrador o consejero es distinto de los contratos de alta dirección, pues si una persona que mantiene una relación laboral especial de alta dirección con la compañía es nombrada miembro ejecutivo del órgano de administración de la misma, su relación deja de ser laboral.
Dependiendo de su grado de participación en la sociedad, los miembros del consejo de administración encajarán en el Régimen General como asimilados a trabajadores por cuenta ajena, o bien en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.
Importancia del control efectivo de la sociedad
Se incluyen en el Régimen General los consejeros y administradores que ejercen funciones de dirección y gerencia, siendo retribuidos por ello o por su condición de trabajadores por cuenta de la misma, y que no disponen del control efectivo de la sociedad. En cambio, si dispusiesen de ese control de la sociedad deberán inscribirse en el RETA.
¿Qué se entiende por control efectivo de la sociedad?
Se presume que el consejero o administrador posee el control efectivo de la sociedad cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:
- Que, al menos, la mitad del capital de la sociedad para la que preste sus servicios esté distribuido entre socios con los que conviva y a quienes se encuentre unido por vínculo conyugal o de parentesco.
- Que su participación en el capital social sea igual o superior a la tercera parte del mismo.
- Que su participación en el capital social sea igual o superior a la cuarta parte del mismo, si tiene atribuidas funciones de dirección y gerencia de la sociedad.
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