En la primera edición de nuestro evento en el Google Campus Madrid “Startup. Forma jurídica, gestión administrativa y otros aspectos legales” (la segunda edición se celebra el 26 de abril) me di cuenta de dos cosas en particular:
1. Los emprendedores están mal asesorados.
2. Son un perfil que muestra una extraña obsesión por constituir una sociedad limitada.
Ambas circunstancias son consecuencia una de la otra, y en esencia se debe a la falta de tiempo que un asesor, gestor, administrativo o abogado (esta última profesión no abunda mucho en el ámbito del asesoramiento a startups, emprendedores, y pymes, por ello nosotros somos especiales), dedica a quien se le acerca en busca de un buen consejo legal, a su vez por la falta de conocimientos jurídicos.
Alternativas a constituir una sociedad limitada para nuevas empresas
Algo en lo que hice énfasis en mi ponencia sobre cuestiones mercantiles, y que sorprendió (gratamente) a todos los asistentes, es que no solo existe la sociedad limitada como forma jurídica para llevar a cabo un negocio, sino que existen otras muchas alternativas, todas ellas con matices que pueden adaptarse mejor a las necesidades recursos de quien se lanza al mercado por si solo o con algún compañero de viaje.
La alternativa que se suele ofrecer a la sociedad limitada es constituirse como autónomo, pero existen otras muchas variables, como por ejemplo:
1. Ser autónomo de responsabilidad limitada (que permite poner a salvo tu vivienda si algo sale mal)
2. Las sociedades civiles, colectivas y comanditarias; si son varias las personas que están involucradas en el negocio, y cada una con diferentes papeles.
3. La sociedad en formación sucesiva; para cuando no dispones de todo el capital necesario para abrir una SL.
4. La sociedad limitada laboral; con la que se puede ahorrar en costes sociales.
Estas son algunas de las alternativas mercantiles que se pueden emplear a la tradicional disyuntiva autónomo / SL, y que a menudo no son puestas encima de la mesa por un asesor corriente.
Es imprescindible que tu abogado se siente contigo, te conozca y sepa a dónde quieres ir, pues de ese modo podrá darte la fórmula jurídica que realmente necesitas.Nosotros podemos ayudarte en ese proceso, para comenzar con buen pie en el complejo y apasionante mundo del emprendimiento.