(Casi) todas las startups nacen con un horizonte: llegar al exterior de las fronteras de su país. Antes o después, y especialmente en aquellos proyectos de contenido tecnológico, se plantean vender el producto o servicio en otros países, algo que forma parte de la escalabilidad del negocio.
Cuando se alcanza ese momento, el de pensar en lanzar a otros mercados el preciado bien que ponemos en venta, hay que plantearse en qué modo hacerlo: bien creando un establecimiento, ente o sociedad en el país en el que queremos introducirnos, o hacerlo desde España. Como siempre, hay que partir de qué bien o servicio se ofrece, si se trata de una startup, a quien y de qué modo lo podemos hacer llegar, etc.
Pero existe un aspecto que pocas veces el emprendedor o empresario maneja, y es el coste en impuestos que un camino u otro le va a acarrear. Sabemos que es un asunto farragoso de encarar, pero es básico tenerlo claro ya que va a afectar directamente al margen de beneficios.
Un ejemplo sobre internacionalización de startups
Lo explicamos mejor con un ejemplo: hace unas semanas acudió a nosotros un empresario español afincado en Estados Unidos, donde tiene su negocio de comunicación corporativa. Gracias a sus contactos en España, una gran empresa iba a contratar sus servicios, pensando en ese momento que tendría que crear una sociedad en España para poder hacerlo. Pues bien, le desaconsejamos que lo hiciera (y eso que nos suponía perder un cliente).
Sus servicios los iba a prestar en todo caso desde Estados Unidos (su método de trabajo así se lo permite) por lo que crear una empresa en España le acarrearía un sobrecoste; teniendo en cuenta además que al hablar de una exportación de servicios no se pagan impuestos indirectos, iba a poder ofrecer a su cliente en España mejor precio final que el resto de sus competidores; y todo esto sin entrar a fondo en los supuestos de doble imposición internacional por tener centros de actividad en diferentes lugares del mundo.
Esta respuesta a la consulta concreta que hemos utilizado de ejemplo no es válida para cualquier empresa, hay que estudiar y valorar cada supuesto como único para encontrar la mejor solución práctica.