Otro año más acudimos al Salón Mi Empresa a trabajar para nuestros clientes. Este salón, al igual que en otros eventos como el South Summit o el Salón Sí a la PYME, nos permite tomar el pulso de lo que están ocurriendo en el ecosistema emprendedor, entre las startups y el capital, y, en definitiva, de los movimientos y tendencias en el mundo empresarial. A pesar de que este año hemos vuelto al despacho algo decepcionados respecto al #SME2017, siempre traemos algo de información que es útil para quien trabaja con nosotros.
Nuestra experiencia está llena de matices y queremos transmitiros las sensaciones que nos dejó esta edición. Nos sentimos decepcionados con algunos ponentes, más preocupados de la venta de los productos y servicios de su empresa que de aportar valor con su conferencia. Esta situación no nos la habíamos encontrado en anteriores ediciones, y eso no era óbice para que los asistentes supieran de la valía profesional del ponente, y con ello que éste tuviera cubierta su cuota de publicidad.
De otro lado, tenemos la impresión de que ha sido la edición con mayor participación. Pudimos apreciar la existencia de un »sub-ecosistema pre-empredor» (no se me ocurre mejor forma de denominarlo, sin querer ser peyorativo) con las ideas poco claras o un tanto nubladas. Detectamos que había mucha gente que quiere emprender, montar su startup, pero no con la convicción de alguien que quiere llevar adelante una idea o proyecto en el que cree, sino como algo forzado, puede que necesario por la situación del mercado laboral. Quizás piensan que con lo que han visto, leído u oído, en poco tiempo y para siempre se van a acabar todos sus problemas.
Nos resulta sorprendente que quien ni siquiera tiene definido aún su producto o servicio esté pensando ya en qué momento le van a hacer una oferta para comprar su compañía, o que no tenga asumido desde ya que en esto del emprendimiento hay riesgos que asumir, y muchas horas por trabajar. Porque está muy bien tener ilusión, pero más importante aún es tener capacidad de sacrificio.
Pero no todo va a ser malo. Nos pareció un acierto la Sala de Mentoring, los encuentros 1to1. Especial éxito todo lo relacionado con inversión (también en las ponencias, con colas para acceder a los espacios programados con esa temática).
Un último apunte para terminar, o mejor dicho una recomendación: con educación se llega a más sitios y más lejos.